top of page
  • Foto del escritorPAAIGI

Autismo , más que signos diagnósticos.


Frecuentemente cuando hablamos de las personas con TEA hacemos referencia casi en exclusiva a sus síntomas, o signos diagnósticos. Estereotipias, intereses restringidos, falta de lenguaje, problemas de conducta, etc. Pero, deberíamos plantearnos : ¿ Puede el autismo reducirse a esto? ¿Las personas con autismo son solo una colección de síntomas? .

Este tipo de análisis nos sitúa, psicológicamente, en un enfoque que va más dirigido a los problemas que a la búsqueda de soluciones. Voy a explicarme con más detalle. Las personas que se centran en un análisis de los síntomas, mas que en una realidad de la persona, tienen una tendencia a asumir que los signos nucleares del autismo son inamovibles. Se genera la idea de que se trata de un "pack" ante el que poco podemos hacer desde la terapia. Básicamente la labor del terapeuta, desde esta perspectiva, es evitar que estos signos o síntomas se acentúen , o se agraven. Pero, ¿podemos decir que estamos interviniendo cuando lo que estamos haciendo es manteniendo los síntomas?. Es aquí donde , a mi juicio , debemos realizar un cambio de mentalidad importante.

El autismo es una condición que posee una persona. Como tal , solo es una parte de un todo muchísimos más grande. Como personas, se ven inmersas, y por lo tanto afectadas, por los mismos factores que el resto, lo que su manifestación será diferente. Personalidad, cognición, motivaciones, percepción ... todo influye en el desarrollo de la persona que tenemos delante.

Cuando vemos a alguien con autismo, no deberíamos analizar e intervenir desde nuestra triada de signos. Deberíamos partir de la idea de que estamos ante una persona , y que como tal, sus comportamientos obedecen a reglas mucho más complejas.

Estos son algunos de los aspectos que deberíamos tener en cuenta a la hora de intervenir, o de participar de de la vida de una persona con autismo:

1. Las personas con autismo no son todas iguales. De forma similar al resto, las personas con autismo también tienen una personalidad que influye en su comportamiento.

2. Todas las personas con autismo no perciben el mundo igual. Sabemos que presentan alteraciones perceptivas pero no todos de la misma intensidad , ni afectan a la misma modalidad.

3. La familia también es un modulador del comportamiento en el caso de las personas con autismo. El estilo de crianza, las estrategias de afrontamiento, las ideas sobre el autismo, etc, que tiene la familia, también van a tener un papel en la configuración de la persona.

Tener estos aspectos presentes nos ayuda a ver una realidad más amplia, contemplando todos los factores que están interviniendo en la creación de la persona.

¿Por qué necesitamos hacer este cambio?

Principalmente, este cambio de pensamiento, rompiendo las barreras que puede imponer la etiqueta diagnóstica, nos va a permitir hacer intervenciones más eficaces y eficientes. Nos permite identificar las causas de los comportamientos a corregir con mayor precisión.

Nos permite afinar tanto , que las intervenciones actúan directamente sobre las variables que afectan al individuo concreto. Es decir, en vez de intentar meter a la persona con autismo dentro de un molde preconcebido, determinado por el diagnóstico, creamos un molde hecho únicamente para él o ella, que se ajusta al milímetro a sus necesidades.

Recuerda que la persona con autismo , en primer lugar es persona.


Rebeca Cabrera Urquía, Mstra. en Terapia de conducta, Licenciada en psicología, Diplomada en Logopedia, Experta Universitaria en Trastornos psicológicos de la infancia, Creadora del programa PAAIGI.


152 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page