top of page
  • Foto del escritorPAAIGI

TDAH, más allá del movimiento.


Es frecuente asociar el TDAH , casi de forma exclusiva a un exceso de movimiento. Cuando se piensa en este Trastorno , las familias suelen tener la imagen del niño que no para, el que se sube a los muebles, corre sin parar, etc.

Pero , ¿ Son todos los niños con TDAH de esta forma?.

La variabilidad dentro del Trastorno es muy amplia. Podríamos hablar de tres pilares , impulsividad, hiperactividad y déficit de atención , que pueden entremezclarse de mil formas, con diferentes intensidades, dando lugar a cuadros completamente distintos.

Veamos cada uno de estos pilares con detenimiento.

1. Impulsividad: Se caracteriza por una dificultad para barajar diversas opciones antes de tomar una decisión. La persona actúa siguiendo la primera opción que le facilita su sistema de respuesta, sin valorar las consecuencias de la elección. Obviamente esto tiene repercusiones en el funcionamiento general de la persona, llevándole a tomar decisiones que no son siempre adecuadas.

2. Hiperactividad: La persona presenta un nivel de actividad que se sitúa por encima de lo esperado según su edad. Aparece una necesidad constante de movimiento como forma de canalizar dicho exceso de activación. El movimiento se convierte en una necesidad para la estabilidad del sistema. Esta hiperactividad puede estar presente en forma de movimiento corporal , pero también puede observarse en un aumento del lenguaje. Hay que tener cuidado porque este aumento de lenguaje puede estar interiorizado, presentándose un exceso de actividad mental.

3. Déficit de atención: Aparece una dificultad para el control de la atención. No se trata , como se piensa erróneamente, que la persona no pueda prestar atención a una actividad determinada, sino que hay un problema con el control voluntario de la misma. La motivación controla el piloto atencional por exceso o por defecto. Así , podemos ver niños que pueden mantenerse horas con la atención fija en un videojuego, sin escuchar ni atender a nada de lo que ocurre en el exterior, mientras que les resulta extremadamente difícil realizar una tarea tediosa sin que se desvíe su atención.

Estos tres factores pueden presentarse en diferentes niveles de intensidad o de afectación, dando perfiles diferentes. Desde la clínica se diferencian tres tipos : TDAH tipo combinado, TDAH predominante inatento, y TDAH predominante hiperactivo/ impulsivo. La clasificación se realiza en función de cuál es el criterio dominante : Los tres, la inatención o la esfera hiperactiva/ impulsiva.

Desde una valoración mucho más funcional, podemos describir los siguientes criterios como característicos de las personas con TDAH, recordando que no se darán con la misma intensidad en todos los chicos y chicas.

1. Dificultad para controlar el tiempo.

2. Dificultad para controlar el espacio.

3. Dificultad para mantenerse en actividades sin novedad o reto.

4. Dificultad en la programación.

5. Aumento de la empatía .

Pero, ¿son todos estos aspectos negativos para el desarrollo de la persona?.

Obviamente No. De hecho las personas con TDAH cuentan con caracterísiticas extremadamente valiosas, entre las que destaca la creatividad. En un mundo donde prácticamente está todo inventado , tener la capacidad de crear, de renovar o de plantear nuevas opciones, es de gran valor. Aquí es donde las personas con TDAH desarrollan todo su potencial si son bien guiadas. Tengamos presente que crear no es solo producir arte. La creación afecta a cualquier ciencia, a cualquier actividad que desarrolla el ser humano.

Otra de sus maravillosas características es su capacidad de empatizar, de sentir lo que la otra persona siente. Una empatía muy emocional, que en ocasiones debe ser controlada porque puede sobrepasar a la persona. Y , por citar alguna más entre muchas que nos quedan en el tintero, la inatención puede ser una gran herramienta de protección para la salud mental evitando las rumiaciones prolongadas en el tiempo.

Así que, como podemos observar, cuando hablamos de TDAH hay mucho más que valorar que si un niño se mueve mucho o poco, se trata de un complejo diagnóstico complejo que requiere de una valoración funcional , que va más allá del uso exclusivo de pruebas diagnósticas.


Rebeca Cabrera Urquía, Maestra en terapia conductual, Psicóloga experta en trastornos de la infancia y la juventud, Logopeda.





382 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page